Presentación
El desarrollo de habilidades socioemocionales y sociomorales resulta imprescindible en el ámbito personal y está comprobado que incide en mejores aprendizajes en todas las áreas del conocimiento. Educación Socioemocional es un material creado con el propósito de contribuir a una buena convivencia en tres grandes ámbitos: la convivencia consigo mismo, la convivencia con las demás personas y la convivencia con el entorno o el medioambiente.
Convivir consigo mismo supone aprender a reconocer emociones y sentimientos, además de las propias manifestaciones corporales, gestuales, verbales, etc. También significa comprender que existen emociones agradables y aflictivas, y que podemos aprender formas de expresarlas sin lastimarnos ni perjudicar a otras personas, avanzando en el autocontrol y en la generación intencional de bienestar. Convivir con los demás se da originalmente en el ámbito familiar, pero el ámbito escolar brinda a niños, niñas y adolescentes la oportunidad de crecer y de vincularse a sus pares, aprendiendo a interactuar y a comunicarse y a resolver conflictos de forma asertiva y respetuosa. Reconocer y comprender las emociones de las personas que nos rodean y actuar colaborativamente es un aprendizaje imperioso en este siglo XXI. Convivir con el medioambiente supone reconocer y fortalecer la consciencia sobre la responsabilidad que tenemos para conservar y proteger a los seres y elementos de la Naturaleza, cuidando la vida en todas sus manifestaciones. Los aprendizajes que propone Educación Socioemocional tendrán repercusiones positivas más allá de lo académico, en la misma convivencia escolar, y también en la salud y el bienestar a lo largo de toda la vida, incentivando la autonomía, la empatía, la gratitud, la solidaridad, la tolerancia y el respeto a la diversidad.
Claves
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Orientaciones didácticas claras y contextualizadas.
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Contribución constructiva a la comunidad de los estudiantes.
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Estrategias para enfrentar con éxito los conflictos.
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Habilidades para reconocer y manejar emociones.
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Desarrollo afectivo y social de niños y niñas.
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Fortalecimiento de la dimensión moral.